25 nov 2015

¿Quieres saber a dónde se fue tu dinero? Acá te lo decimos

Conocer cómo estamos gastando nuestro dinero es el primer paso para que podamos mejorar nuestras finanzas y hacer cambios concretos que nos proporcionen resultados rápidos.

Sin embargo, tener la disciplina, el orden y la voluntad para lograr esta tarea no es siempre suficiente.Al final de cada mes quedamos sin saber a dónde se fue nuestro dinero y frustrados por las deudas.

En esta oportunidad quiero compartir una aplicación gratuita para tu dispositivo móvil -existen muchas disponibles-  muy útil para llevar un registro de los ingresos y gastos que forman parte de nuestro día a día y dar respuesta a la pregunta: ¿A dónde se fue mi dinero?


Su nombre es Registro Contable y está disponible para la mayoría de las plataformas y también tiene una versión paga que incluye más servicios.

Con ella puedes llevar un control sencillo de las cuentas, los gastos, ingresos, el efectivo y las tarjetas de crédito. Además ofrece reportes estadísticos de acuerdo a la frecuencia que más te interese –diario, semanal o mensual- y gráficos de distribución de gastos que son muy útiles.






Por ejemplo revisar el reporte diario podrás ver en qué momento de la semana o el mes gastas más y cuál cuenta es la que hay que revisar:



Incluye una sección de comentarios en cada registro que es también bueno ya que en ocasiones no recordamos ciertos desembolsos y esto nos ayuda a identificarlos.




Viene con un conjunto de cuentas  que puedes agregar, quitar o modificar de acuerdo con la naturaleza de tus ingresos y gastos.


¿Y el efectivo? ¿Cómo lo controlo?
La aplicación te permite incluir el efectivo dentro de los bienes o activos. Así puedes llevar el control también de esos microgastos –estacionamiento, propinas, compras pequeñas, etc.- y no dejar que nada se quede por fuera.


¿Puedo hacer presupuestos?
Sí. La aplicación permite elaborar presupuestos por cuentas para que una vez conozcas tu comportamiento puedas planificarte y cumplir tus metas de ahorro y también disminuir los gastos innecesarios.






¿Puedo editar desde el PC?
Se puede editar desde el PC y tiene también la opción de exportar reportes.


Espero que este contenido les sea de utilidad. So la descargan me cuentan por aquí como les va.


@RafaelAlvarezR


20 oct 2015

6 Mitos de la inversión en Bienes Raíces… para extranjeros

Mucho se habla sobre los pro y contras de la inversión inmobiliaria. Sin embargo a todos nos resulta interesante un modelo de negocio en el que podamos recibir atractivas ganancias con un mínimo esfuerzo, y si adicionalmente podemos proteger ésta inversión en moneda dura, pues mucho mejor. ¿Realmente éste mercado funciona así? ¿Cuáles son esos mitos que rodean a éste tipo de negocios? Nos hemos tomado la tarea de confrontar algunos de esos miedos que frecuentemente manifiestan los clientes.

I   Solo los ricos pueden darse el lujo de invertir.
Algunas personas piensan que solo los millonarios pueden pagar una propiedad de inversión. Es cierto que antes de arriesgarse en cualquier negocio, se deben analizar con lupa todas sus características, sin embargo en la actualidad muchos individuos se deciden por una propiedad de inversión como su primer inmueble,  descubriendo que se pueden abrir paso dentro de éste mundo comparando los ingresos de sus inversiones con los gastos de mantenimiento de un alquiler, y poniendo a producir sus ahorros de una forma inteligente y rentable.

II   Necesitas convertirte en arrendador para obtener una ganancia real.
Ya usted tiene un trabajo, una familia, hobbies y compromisos – lo significa que probablemente no tenga tiempo para estar persiguiendo a inquilinos para que paguen el alquiler ni estar destapando cañerías.  Entonces, no hay manera que alguien en sus condiciones pueda estar generando alguna ganancia con una inversión en bienes raíces, ¿correcto?. FALSO, con el apoyo de una compañía administradora experta, usted desempeñará el papel de inversionista, no de arrendador. Este rol implicará de tu parte solo atención a los detalles y toma de decisiones, pero de ninguna manera significará un segundo trabajo.

III   Invertir en Bienes Raíces no te hará millonario.
Henry Ford una vez dijo: “Tanto si piensas que puedes como que No puedes, estás en lo cierto”, no hay duda que invertir en Bienes Raíces tiene sus riesgos, pero en el largo plazo, las ganancias puedes ser significativas, ya sea a través de la revalorización o generación de rentas extraordinarias.
Sin embargo como en toda inversión existen indicadores de mercado que debe analizar, especialmente los asociados a la revalorización de zonas y propiedades. Adicionalmente hay un factor importantísimo que es la velocidad de esa revalorización: desafortunadamente la inversión en bienes raíces toma tiempo, incluso una de las formas más rentables de inversión, que es la estrategia de comparar-y-retener (buy-and-hold), requiere que mantengas tu propiedad por varios años, incluso décadas, con el fin de maximizar sus ganancias. Ofreciendo de ésta manera una fuente de ingreso adicional para la planificación de su retiro.

IV   El negocio inmobiliario es muy riesgoso.
Primero: Tienes que estar dispuesto a tomar alguna forma de riesgo controlado si deseas hacer dinero. El mercado de valores está más allá de tu control. Las cuentas de ahorro, los depósitos a plazo y los fondos de ahorro no te generarán suficiente retorno. Bienes Raíces es uno de los negocios más sólidos en éste momento, en los que puedes invertir.
Mientras más te informas y conoces, menos riesgoso se vuelve éste negocio. Claro, tampoco creas que debes convertirte en un experto absoluto para poder ingresar, la asesoría adecuada te llevarán a donde debes estar.

V   Es un mal momento para comprar.
No importa cuál sea el actual desempeño de la economía, o cual país o ciudad del mundo estés evaluando para invertir, siempre habrá algún pesimista-nube-gris que te diga que es un mal momento para empezar.  Este mito nunca ha sido tan falso como lo es ahora, especialmente cuando se trata de estrategias buy-&-hold.  Ahora más que nunca las familias prefieren los alquileres antes que comprar. La demanda está alta y hay pocas unidades vacías. Los propietarios son capaces de  ocupar las vacantes más rápidamente y aumentar las rentas, lo que resulta en mayores ingresos pasivos y ganancias más significativas a final de año. No dejes que éste mito te detenga: ¡Infórmate y asesórate con los expertos!

¿Te identificas con alguno de éstos? 
¿Cuáles otros añadirías? Coméntanos abajo y con gusto te ayudo a aclarar dudas.


@paulapmvp

3 ago 2015

Un retiro libre de sobresaltos económicos

En las entregas anteriores destaqué la importancia de preparar el retiro y describí el primer paso para lograrlo: elaborar una visión de esos años. En esta entrega expongo el próximo paso en el camino hacia una jubilación libre de sobresaltos económicos: conocer cuáles son sus bases. Conocer esas bases permitirá identificar y ejecutar las acciones necesarias para construirlas.






Figura 1. Capacidad de producción de ingresos y consumo en el tiempo



Nuestra capacidad de producir ingresos tiene la forma de una campana (ver figura 1). Cuando somos jóvenes esta capacidad es nula, sólo consumimos. Cuando nos hacemos adultos comenzamos a producir, y lo hacemos hasta nuestro retiro. A partir de ese momento seguiremos necesitando ingresos, pero nuestra capacidad de producirlos habrá mermado, a menos de que contemos con:

La jubilación estatal: la mayoría de los países del mundo cuentan con sistemas de asistencia social para los adultos mayores que se traducen en el pago de una pensión mensual. Las personas en edad productiva realizan aportes mensuales a un fondo de pensiones, administrado por el gobierno, que surte el dinero que se entrega a quienes disfrutan del beneficio. En los últimos años el monto de las pensiones gubernamentales ha descendido debido, en parte, a que la proporción de adultos mayores (en edades no productivas) ha aumentado mientras que el número de jóvenes ha decrecido – a este fenómeno se le conoce como inversión de la pirámide poblacional.

La posesión de activos productivos: un activo productivo es aquel que produce alguna renta de forma regular sin que sea necesaria la intervención o gestión de su propietario y, además, ese ingreso que el activo genera es superior a su costo de mantenimiento. Estos activos productivos – bienes raíces en alquiler, patentes, inversiones – generan rentas que pueden ser utilizadas para financiar los gastos personales de las personas retiradas.

Un fondo de retiro privado: a diferencia de la jubilación estatal, en los fondos privados de ahorro para retiro las personas ahorran para su propia jubilación, y aprovechan las ventajas de hacerlo en conjunto. Una compañía privada, en algunos casos regulada y fiscalizada por entes gubernamentales – en el caso de que no estén registradas en paraísos fiscales –, administran el dinero aportado a lo largo de un periodo – generalmente de 15 a 30 años – por las personas. Llegado el momento depositarán una mensualidad acordada en la cuenta del beneficiario del plan. Hay que tener cuidado al elegir la compañía con la que se contratará un fondo de retiro, de eso hablaremos en una entrega posterior.



Estas tres bases son complementarias, como las patas de una mesa, y, si se han cultivado las tres, el retiro será muy robusto desde el punto de vista económico. Cada una por separado tiene una cierta eficacia, sin embargo, la experiencia muestra que por sí sola puede no ser suficiente: las inversiones pueden caer, las rentas pueden bajar, las jubilaciones públicas están sujetas al vaivén de los gobiernos y sus decisiones.



¿Cómo están las bases del retiro en tu caso particular? Si no has comenzado todavía, ¡no te desalientes!, sin importar tu edad, estás a tiempo para comenzar a construirlas. 



Recuerda que nunca es demasiado temprano o demasiado tarde para prepararse para el retiro.

Hasta la próxima entrega.

Olga Bravo Luna 
@bravoluna

22 jul 2015

La jubilación es un trabajo en progreso: visualiza tu retiro


Nuestra capacidad para generar ingresos comienza a mermar entre los 60 y 65 años de edad, hasta que, finalmente, llega el retiro. De acuerdo a las estadísticas de la Organización Mundial de la Salud, el promedio de sobrevida del retiro es de ¡20 años!,  y va en aumento. Eso quiere decir que viviremos veinte años luego de dejar de trabajar; te has preguntado, ¿de qué vivirás cuando llegue el momento del retiro? Si no lo has hecho todavía, ¡no esperes más!
Visualiza tu retiro

En esta y las sucesivas entregas brindaremos información sobre los pasos que te conducirán a un retiro libre de sobresaltos económicos.

Comencemos por el principio. Visualiza tu jubilación

Al igual que cualquier otra planificación, prepararse para el retiro comienza por visualizar la meta, en ese caso, nuestro retiro. ¿Qué quieres hacer durante los años de tu jubilación?, ¿dónde y cómo quieres vivir? Describe en detalle tu vida durante el retiro, sé concreto. Si incluyes viajes, por ejemplo, menciona la frecuencia y la distancia al destino de esos viajes, si necesitarás pagar el alojamiento y qué tipo de alojamiento desearías tener. Cuáles serían tus actividades diarias, qué tipo de apoyo requerirías – por ejemplo, a partir de cierta edad no será prudente conducir tu automóvil –, y a qué dedicarías tu tiempo – por ejemplo si piensas realizar trabajo voluntario o vincularte con algún hobby de forma seria.

Contar con una imagen de nuestro retiro nos permitirá identificar cuáles serán las acciones necesarias para llegar allá. Se prudente con tu lista, es decir, incluye aquellas metas que puedas lograr, y, de preferencia, que no sean más de cuatro o cinco. Revisa tu lista varias veces. Cuando te sientas satisfecho con ella, calcula cuánto dinero necesitarás para alcanzar esos objetivos y ajusta la lista en relación con tu capacidad de pago.

Toma notas, haz dibujos o utiliza cualquier otra herramienta que te ayude a visualizar tu retiro, a construir esa imagen que te permita realizar una estimación de tus necesidades de dinero.

Una vez construida la imagen de nuestro retiro estaremos listos para dar el siguiente paso: la evaluación del punto de partida.


Hasta la próxima entrega.

Olga Bravo Luna
@bravoluna

15 jun 2015

¡Que tu dinero trabaje para ti!

Uno de los paradigmas financieros más fuertes que me ha marcado se resume en la frase “todo te lo ganas con el sudor de tu frente”. Este era un principio de vida de mis padres. Los valores detrás de este paradigma son correctos, es decir, las cosas se logran con esfuerzo y trabajo. Sin embargo, hoy me doy cuenta que esta es una verdad a medias, ya que mis padres se formaron y educaron financieramente en un entorno muy distinto al mío: un mundo donde la estabilidad, la meritocracia y la continuidad en los años de servicio eran el ideal laboral. Nuestro entorno hoy es muy distinto, esos esquemas de trabajo son cada vez menos comunes y se da paso al emprendimiento personal y la multiplicidad de roles en el trabajo.


Es obvio entonces que nuestros paradigmas financieros deben adaptarse a los nuevos retos, y nosotros tenemos que reinventarnos como profesionales, para alcanzar nuestros objetivos de forma más eficiente.
Existen otras vías de multiplicar tus ingresos, sin tener que derramar tanto sudor, sangre y lágrimas en el camino. Esto lo logramos a través de la estructuración de un flujo permanente de ingresos, complementario a nuestro trabajo y que no interviene directamente con él. Este es el principio fundamental de los activos productivos.


Un activo productivo es un bien que genera un flujo de ingresos durante un periodo de tiempo determinado. Este ingreso tiene la característica particular de ser pasivo, es decir, no requiere de nuestra participación directa para fluir.


Suena muy bien, pero… ¿Cómo logramos esto?

Como cualquier otra inversión la base está en el ahorro, ese pequeño sacrificio que realizamos mes a mes y que nos permitirá alcanzar nuevas metas. Ahorrar no es una tarea sencilla, requiere de planificación, orden y sobretodo compromiso, pero que definitivamente vale la pena la hora que se presente la tan anhelada “oportunidad”.

Luego es importante que diferenciemos los que es un activo productivo, y aquí les dejo algunas características:

  1. Son bienes que no intervienen en mi actividad principal, es decir, no los necesito para trabajar (entiéndase oficina, carro, computadora, etc…)
  2. El flujo de ingresos que generar debe cubrir el 100% de sus gastos de mantenimiento. En cualquier otro escenario, usted lo que posee es un pasivo.
  3. El flujo de ingreso es de caracteres permanente. Es decir, durante el tiempo que usted posea ese activo, debe estar produciendo.


El siguiente paso es hacer una revisión de todos los activos que poseemos y evaluar, cual puede convertirse en un activo productivo, esto va desde una cuenta de ahorros hasta algún terreno o propiedad desocupada. Los activos productivos clásicos son bienes raíces, accionista en negocios tipo franquicias, portafolios de inversión entre otros.

Preguntante ahora: ¿qué debo hacer para poner es activo a trabajar? y sobre todo, ¿cuál es la manera más eficiente de administrarlo?

@paulapmvp

2 jun 2015

Envejecer es todavía el único medio que se ha encontrado para vivir mucho tiempo

¿Quiénes de nosotros hemos pensado en nuestra vejez?

¿Cómo la imaginamos?



La esperanza de vida o número de años que la gente vive en promedio, ha venido aumentando desde inicios de siglo. En Venezuela, hemos pasado de una esperanza de vida de 38 años, en 1936, a 75 años en 2013, y la tendencia es que continúe en ascenso.


Preguntarse hasta qué edad trabajarás cuando tu esperanza de vida es de 45 años no tenía mucho sentido, porque la respuesta sería, "hasta el día de mi muerte", pero cuando espero vivir 80 años o más, es obligatorio preguntarse: ¿hasta qué edad espero trabajar?, y luego de eso, ¿de qué voy a vivir cuando deje de trabajar?


Las estadísticas muestran que el 90% de las personas retiradas de la vida laboral, dependen económicamente de otros para sostenerse, ¿qué es lo que quieres para ti?



Si la respuesta es que quieres contar con independencia económica, entonces estás obligado a planificar tu retiro.

¿Qué significa planificar el retiro?, significa tres cosas: 

  1. Saber qué tipo de retiro se quiere.
  2. Saber qué hay que hacer para tener el retiro que se quiere.
  3. Hacer lo necesario para asegurar el retiro que se quiere.

Para estar preparado para nuestro retiro, tenemos que pensar en ello cuando el retiro todavía está muy lejos. ¿Estamos haciendo lo que hace falta para tener el retiro que queremos?


Nunca es demasiado pronto o demasiado tarde para prepararse, así que la invitación es a comenzar ¡YA!



Hasta la próxima entrega.

Olga Bravo Luna 
@bravoluna